Dado que la tecnología estaba pensada para que la utilizaran los niños, los displays tenían que ser fáciles de usar, y la instalación no podía ser más sencilla. Tras una sencilla instalación “plug and play”, los alumnos pronto se dieron cuenta de que Flip se encendía al acercarse y les bastaba con sacar el Pen para empezar. De hecho, gracias a sus intuitivas funciones de navegación y a su display táctil, han visto a niños de tan sólo 6 años acercarse y empezar a utilizar Flip sin ningún problema.
Era muy importante que pudieran transportar los displays y colocarlos donde quisieran en el entorno de aprendizaje. El soporte con ruedas The Flip y su capacidad para colocarlo tanto en posición horizontal como vertical era una característica fundamental para que los alumnos no se vieran constreñidos a sentarse de una forma específica cuando estaban aprendiendo. Querían una solución innovadora que se integrara fácilmente con el resto de la tecnología del espacio y permitiera a los usuarios crear contenidos para que todos los vieran. The Flip les permitía compartir contenidos desde otros dispositivos con HDMI, un puerto USB, una unidad de red o incluso reflejar en pantalla un teléfono móvil personal o una tableta. Incluso podía proyectar contenidos en otro display de gran tamaño para grupos más grandes de estudiantes.
Además, la calidad de imagen UHD de Flip proporcionaba imágenes de alta resolución y gráficos fieles a la realidad que facilitaban la visualización desde distintos ángulos. Los estudiantes podían crear contenidos para que todos los vieran cuando trabajaban en grupo, y el trabajo en equipo se realizaba sin problemas, ya que varios estudiantes podían utilizar el display simultáneamente.